Las excusas engordan
- Emilie RIVERA
- 10 ago 2015
- 2 Min. de lectura
¿Cuántas veces nos decimos: “Este año me apunto al gimnasio”, “no puedo hacer deporte, no tengo dinero para ir al gimnasio”, etc.? ¿Te resultan familiares estas frases? Nuestros pensamientos son nuestro peor enemigo a la hora de cambiar malos hábitos. Por ello, parte del trabajo que hacemos en la consulta es ayudaros a detectar y sustituir estos pensamientos automáticos, negativos e irracionales por otros más realistas y positivos.

Entre los pensamientos negativos más comunes están: "Me he comido un dulce, lo he estropeado todo". Este tipo de pensamiento catastrofista genera sentimientos de culpabilidad y fracaso y te lleva a comer mucho más de la cuenta, si total lo has estropeado TODO, ya no tiene remedio, NUNCA lo conseguirás.
Este pensamiento suele venir acompañado de otro excusa típica (seguro que te suena): “El lunes empiezo en serio”. Saltarte la dieta un día no debe servirte de excusa para comer mal el resto de la semana. No pasa nada por darse un capricho (¡pero disfrútalo!), incluso es indispensable, no podemos pasarnos la vida privándonos. Así que no dejes que comer mal un día, o comer en exceso en una comida, arruine el resto de la semana ¡y de tus esfuerzos! En la próxima comida vuelve simplemente a tus hábitos saludables. No esperes al lunes, eso es sólo una excusa para seguir con los malos hábitos.
Ahora me dirás, “Es que las dietas no sirven para mí”. Te doy toda la razón. Ni para ti, ni para nadie. Pero lo que si funciona son los pequeños cambios que introducimos en nuestro estilo de vida.
“Ya pero es que mi metabolismo es muy lento”. Puede ser que tu metabolismo basal sea menos activo pero, buenas noticias, ¡se puede cambiar! ¿Cómo? Pues con estos pequeños cambios que te acabo de comentar ;)
“Hoy puedo darme un atracón porque he tenido un mal día”. Compensar un mal día con la comida sólo te hará sentirte peor y tampoco te arreglara el día. Te sientes culpable y repites esa conducta una y otra vez. Si estas teniendo un mal día, deja de darle vueltas y caída tu mente haciendo actividades placenteras.
No dejas que tus pensamientos saboteen tus esfuerzos. Haz de tu bienestar una prioridad.
Emilie RIVERA
Psicóloga, Coach y Especialista en Psicología Positiva

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